sábado, 17 de diciembre de 2016

PUENTE DE LA INMACULADA EN FORMIGAL. Para no variar

Y es que parece que se está convirtiendo en costumbre... ¿o es que soy la prota de "El día de la marmota"?

En teoría, yo no podría esquiar, porque parece ser que (esta vez ya sí) van a operarme y ponerme un ligamento nuevo, y, ya de paso, reconstruirme el menisco, que se ha sumado también a la fiesta de las roturas...

Pero como estoy un poco harta de esperar, el viernes tarde, me lío la manta a la cabeza y me monto en la furgo rumbo a Formigal.

Para no pegarnos la paliza, y porque nos apetecía, hicimos noche en Pamplona, y ya de paso aprovechamos para tomar unas cañas y unas tapas por la ciudad, que mola bastante.

A la mañana siguiente, tras parar en Jaca para hacer algo de compra, a eso de las 11.00 estamos ya en la estación con esquís ya puestos y listos. Es que somos unos tipos muy rápidos.


La primera subida la hicimos con Aran, que nos encontramos ya en pista, en el sector de Portalet.
Aysss. la primera bajada de la temporada... qué terror!! y más aún con la rodilla a la virulé...

El poquito de hielo en pistas justificó que en las zonas a la sombra decidiera quitarme los esquís y ponerme los crampones... el resultado desde luego fue penoso. Aun así todavía hice otra "media subida" con su media bajada.

No me puedo quejar: había sobrevivido.

Estuvo guay.

Cómo ya tantas veces he explicado, lo bueno del esquí del travesía (bueno para los que no nos apasiona el tema de esquiar) es que es tan cansado que en pocas horas estás deseando descansar, así que antes de que cerraran las pistas, ya estábamos en la furgo (esto con forfait es impensable).

Esta primera noche la pasamos en Formigal pueblo.
Buscamos el "mismo hotel" que otras veces y fuimos a ver la segunda parte del partido Madrid-Barça (o Barça-Madrid, no me acuerdo) a una de las cervecerías de la zona.

Como aún era pronto cuando acabó, volvimos a la furgo y vimos una peli. Así hicimos un poco de tiempo hasta la hora de cañear.

Cena en la furgo y a dormir.

El domingo, día 4 de Diciembre directamente fuimos a la zona de Sarrios, donde están las pistas más fáciles. Es una zona familiar, donde esperaba no tener ningún problema en las bajadas.
La primera subida calculé que me llevaba una media hora "activa", es decir, sin contar paradas, así que me puse como "deberes" hacer cuatro subidas, con sus correspondientes bajadas (a ritmo de caracol) y con eso me podía dar por satisfecha.

Parecía más relajado pensarlo que la ejecución. Pero me fue bien. Además, como la pista era muy fácil, poco a poco cogí la confianza suficiente como para bajar sin problemas (y sin crampones, claro).

Andrés se fue a la zona de Anayet, y ya no nos vimos hasta un buen rato después.

El tiempo a partir de mediodía empeoraba, así que después de comer algo calentito en Sallent de Gállego mientras hacíamos tiempo hasta que abrieran las piscinas, y recién duchaditos,



bajamos a Jaca a pasar la tarde, visitar tiendas, cañear....

A la mañana siguiente, desayunamos en uno de los "bares de confianza", hicimos un par de compras, y vuelta a la zona de Sarrios, que ayer me había sentido muy a gusto.

Esta vez, en lugar de quedarme en la misma pista, subí un poco más, hasta que el tema se ponía más "serio".


De nuevo nos separamos y nos vimos ya en la furgo. De hecho, y por primera vez desde el principio de los tiempos, dejó Andrés de esquiar antes que yo. A veces la vida te sorprende...


Me encanta comer en la furgo al bajar de esquiar. Está todo taaaan ricoooo.



Necesitaba poner un enganche en mis pieles de foca, así que pasamos por Ski Total y dejamos allí mis esquís con mis focas para que me las colocaran a lo largo de la tarde.
Mientras, nosotros nos fuimos a Sallent de Gállego. Allí nos encontramos de nuevo con Aran, Patxi y las pequeñas y cerveceamos un rato con ellos (sólo los adultos).

Ellos se recogieron pronto, y nosotros seguimos un rato más, hasta la hora de la cena. Cenamos en un bar cerca del "hotel" y a dormir.

El martes, día 6 tocaba regreso, así que después de recoger mis esquís, hicimos unas cuantas subidas más, de nuevo en Sarrios. Andrés continuó hacia pistas más "serias" y yo, cuando me cansé de caracolandia, me fui a la Furgo, que se estaba divinamente.

La idea era salir prontito, pues teníamos larga tirada hasta casa, pero, aunque salimos sobre las 14.00, nada más salir de Jaca tuvimos un contratiempo en la carretera que nos llevó mucho más tiempo del que hubiéramos deseado.
Reventón de una de las ruedas, y otra con la llanta tocada.




Vamos, que llegamos a casa casi a las 00.00.

El resumen de la "acampada" muy positivo. Tras los miedos iniciales, me ha gustado mucho la sensación de poder subir sin hacerme daño. El estar tan parada me hace dudar de todo, y, al menos, este finde me he dado cuenta de que algunas cosillas aún puedo disrutarlas mientras espero y desespero...
Como le dijo mi sobrino a mi sobrina cuando tenían 4 y 2 años: "AyVeguita!, qué felices eramos"




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