jueves, 8 de agosto de 2013

Vacaciones parte 1: PICOS DE EUROPA Y COSTA CANTÁBRICA

Por fin vacaciones. Este año con la novedad de estrenar furgo.
Al principio casi estaba más nerviosa por eso que por las vacaciones en sí.
Primer destino: Posada de Valdeón y sus montañas, su sidra, su queso y su ambiente.
El primer día, sin madrugar amparados por el margen de horas de luz que da el veranito, pusimos rumbo a Torre Bermeja.
A poco menos de una hora de salir nos dimos cuenta de que la dirección que llevábamos no era la correcta.
Negándonos a retroceder decidimos variar la ruta y bajar por una pedrera hasta coger el camino que lleva a la Canal de Capozo.
Andrés, con ganas de empezar sus entrenos para la TAR, aprovechaba cualquier oportunidad para echarse a trotar.
Yo estaba bastante asustada en ese sentido, sin embargo en cuanto cogí un poco de confianza me lancé a ello casi sin darme cuenta.
Al final unas 6 horas de marcha y buenas sensaciones.
A la mañana siguiente Andrés me propuso incluir en la mochila el saco sábana y una malla más larga por si cuadraba hacer noche por ahí.... Suena bien, eh???
Hicimos para calentar los primeros km por asfalto a buen ritmo. De nuevo me sorprendí de lo bien que iba.

Al poco nos metemos por una pista y luego un bosque en continua subida hasta el Puerto de Dobres.
Hasta ahí todo perfecto .... Salvo unas nubes feas que venían a por nosotros pero a las que no teníamos miedo...aún.

Al llegar al punto más alto los hitos empiezan a desaparecer al tiempo que la que aparece la niebla. Malo.

Empezamos a buscar hitos arriba y abajo pero nada. Los caminos sé perdían una y otra vez. ¿volvemos por donde hemos venido?.

Para Andrés esa no era opción. ¿tiramos hacia abajo siguiendo nuestra intuición?... Está claro que con esa niebla lo más lógico es perder altura.

Comenzamos a bajar intentando no desviarnos del rumbo q traíamos. Pocos metros más abajo vemos un tejado: refugio de Vegabaño ....¡bendito seas! En un momento nos plantamos allí.

¡Qué fácil era y qué difícil parecía! Una vez allí, cervecita uno y cafetito otro en mano,miramos el reloj y nos dimos cuenta de que si nos quedábamos a dormir allí nos iban a sobrar muchas horas hasta la cena así que nos volvimos a poner en ruta hasta Soto de Sajambre.Más que nada por hacer tiempo. En unos 40 minutos de bajada por pista estábamos allí, pidiendo sitio en el albergue del pueblo.

Era bastante cutre, pero era la única opción así que, perfecto.

Después de la ducha y de unas cuantas ~muchas cervezas,cenamos y al saco.



 A la mañana siguiente, tras desayunar, vuelta por la pista al refugio de Vegabaño y de ahí al pico Jario.


 Una vez allí cogimos la cresta hacia punta Samaya para llegar de nuevo al Puerto de Dobres y deshacer el camino de ida.

Al llegar a Posada nos recompensamos con buen queso con su sidra y sus cañitas.

Estaba contenta: habían sido tres días de trotes montañeros...ni me lo imaginaba hace unos días.

Peeeeeero unas horas más tarde me doy cuenta de que algo no va bien en mi rodilla....no en la lesionada sí no en la "sana". Ups!!! Mañana reposo sí o sí ...

Pues mañana carretera y manta hacia Asturias,que no hay mejor sitio para descansar!! Nos quedamos en Cué, al lado de Llanes. Es un pueblo pequeño pero con una playa muy maja (vamos,que tiene chiringuito) y con unos cuantos bares y sidrerias decentes.

Después de un baño fuimos a probar las patatas al cabrales y las rabas,que también hay que alimentarse.

Al día siguiente tras una carrera de poco menos de una hora, nos dimos un baño y recogimos para poner rumbo a Sopelana y sus playas llenas de surferos. Allí nos esperaba Natalia para enseñarnos los sitios más chulos de la zona. Coincidieron días de frío y lluvia, pero aprovechamos los ratos de tregua para trotar (yo no) y playa. Pero sobre todo para cervecearnos bien.


Primera parte muy positiva. Vamos a por más.

No hay comentarios: