jueves, 20 de septiembre de 2012

V SUBIDA AL PICO DEL ÁGUILA

El pasado domingo, día 16, y haciendo un gran esfuerzo por no salir, beber, el rollo de siempre la noche antes, nos presentamos en Béjar, para tomar la salida en la V subida al Pico del Águila.
Yo tenía ganas de hacerla. No sé si ese día en concreto, pero en mi cabeza runruneaba como asunto pendiente.
Y es que en medio de las Ferias de Salamanca, proponerse participar en cualquier carrera es duro, pero si encima es una de estas características: con un desnivel considerable y de una distancia de algo más de 22 km, parce una idea de locos.

El caso es que, harta de irme a miles de km a hacer carreras, y no hacer las que tenemos a la puerta de casa, superé todas las trabas, me quedé en casa la noche antes, y a las 9.00 de la mañana estaba como un clavo dispuesta a volver a los ruedos.


Había entrenado un poco, pero no sé si lo suficiente. Ya sabemos que cuando digo entrenar me refiero fundamentalmente a los músculos, pero también a la cabeza: y es que con cada sesión, mi subconsciente se va convenciendo de que puedo hacerlo. El cuerpo se prepara, y la mente lo anima.

Total, que los primeros km, que son la subida a Candelario, se me hicieron muy duros y muy aburridos. No había muchos participantes, por lo que en algún momento temí ir la última.
Una vez que pasamos Candelario, comienza la parte más bonita, aunque más dura. La carrera me puso cerca de dos chicos y una chica del equipo de atletismo de Béjar. Comenzamos a hablar, y, aunque en la subida por el Canchal Roto nos dividimos un poco, ya estuvimos juntos hasta el final.

La subida, como hacía tiempo, se me dio muy bien: piernas fuertes, ritmo constante.... Total, que llegué al Pico fresca y contenta. Sobre todo contenta:




La bajada, junto con uno de los bejaranos, también la hice bien, (dentro de lo mal que bajo, claro)
y a falta de unos 5 km, cuando se vuelve a pasar por Candelario, a mi compi del dio un pajarón.
Me pareció que debíamos entrar juntos en meta, puesto que habíamos hecho toda la carrera juntos, así que aminoramos la marcha y entramos a la par.


Preciosa carrera, y, lo mejor, preciosas sensaciones.

Hacía tiempo que no corría tan bien (que no rápido, eh?)

En tiempo y en posiciones no, pero en sensaciones, un auténtico triunfo. De los que animan a seguir, que desde junio para acá tenía muchas dudas...

Andrés, como siempre, o casi siempre, un campeón, entró el 13 de la general.



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