lunes, 14 de noviembre de 2011

II ROGAINE DE NAVARRA Y BEHOBIA - SAN SEBASTIÁN

Fin de semana completito.
El viernes por la tarde cogimos el coche destino a Cabanillas, para participar en el II ROGAINE DE NAVARRA que se disputaba el sábado.
Imprevistos de última hora hicieron que no supieramos fijo si podríamos participar como teníamos pensado (un equipo de dos chicos y otro de tres chicas), o bien tendríamos que hacer reajustes y formar un sólo equipo mixto.
Por suerte, al final Ana y Álex pudieron venir, y salimos según la idea inicial.

La competición empezaba a las 11, pero había que estar allí (en las Bárdenas Reales) un poquito antes, tanto por ir conociendo el terreno, como por motivos organizativos.

El caso es que nosotras preparamos nuestra estrategia y nos tiramos las 6 horas siguientes cogiendo balizas. Hicimos buena carrera y, salvo algún pequeño error, pudimos ir completando el recorrido que habíamos pensado.

A las 5 de la tarde, llegamos a meta, y, cuando salieron las clasificaciones, nos llevamos la sorpresa de que habíamos quedado segundas en categoría femenina, a tan sólo 4 puntos (una baliza) de las primeras.
Los chicos se habían dado una paliza de cuidado. Habían elegido la zona con más desnivel y les había supuesto un desgaste mucho mayor que el nuestro.

Después de recuperar fuerzas y comentar un poco la jugada, fuimos a ducharnos y luego a la cena con entrega de trofeos que nos tenía preparada la organización.

Pronto el cansancio fue demasiado evidente para andar por ahí de cañas, así que antes de las 11 estábamos en la cama.

Aún quedaba la segunda parte del fin de semana.
El miércoles pasado, y sin esperarlo, un amigo nos ofreció dos dorsales para la BEHOBIA-SAN SEBASTIÁN, así que, aprovechando que "sólo" ibamos a estar a unos 200 km de allí, pues ¡ale!, a por la Behobia!!
No puedo negar que tenía un poco de miedito. Después de tantas horas de monte, meterte otros 20 km de asfalto....acojona un poco...
Habíamos quedado en San Sebastián a las 8:15 para que nos dieran los dorsales, así que hubo que madrugar mucho, y desayunar por el camino.

Por suerte encontramos sitio para aparcar muy rápido, y además en un sitio estratégico cerca de la llegada y de uno de los puntos donde habían habilitado duchas para después.
Para llegar a Behobia tuvimos que coger un taxi, luego un tren y luego un autobús, pero todo perfectamente organizado.
La verdad es que daba gusto.

El ambiente en el punto de salida inigualable: me recordó a la sansilvestre vallecana, pero aún más divertida, en un espacio mucho más abierto y verde, con más "movimiento", una pasada.
Había diferentes cajones según el tiempo acreditado, que se iban acercando al arco de salida poco a poco, y cada vez que salía un cajón, pinchaban una canción diferente, todas, por supuesto de esas que incitan a saltar y bailar.
La carrera como tal es una verdadera fiesta: En todo el recorrido hay gente y más gente animando. Incluso en los sitios más feos. Además, charangas, altavoces, gente con sus coches que pone música a tope, batukadas... en fin. que los km "caen" sin que te enteres.

Como yo sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo, y que el cuerpo me podía fallar en cualquier momento, fui durante todo el recorrido pensando en mí, en mis piernas, en cómo me sentía y sin dejarme llevar por los que me adelantaban, sólo escuchándome a mi misma, sólo pensando en mí, en que no me fallaran las fuerzas.

Como digo, con esa animación, cuando me  quise dar cuenta estaba entrando en San Sebastián....qué pasión en los gritos de toda la gente.... he de decir que en algún momento incluso me emocioné.
Fui durante toda la carrera pensando: "ahora entiendo la fama de la Behobia: esto lo explica todo"

Al final, 1:40:10...

Como no podía ser de otra forma, una vez cruzabas la meta, cada detalle estaba preparado, incluso una persona que te desataba la zapatilla para quitarte el chip y te la volvía a atar...esto sí que no lo había visto nunca!!
Luego fruta, chocolate, galletas....

y a lo largo de todo el paseo, operarios indicándote hacia dónde tenías que dirigirte si querías ir a buscar tu bolsa, o puntos de encuentro ordenados por letras... en fin.. un 10 a la organización.

Después de la ducha, comimos de pintxos por la parte vieja. Un broche de oro para un fin de semana intenso.

Hubo a quien le faltó el baño en el mar. A mí no, que soy muy friolera....

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