jueves, 3 de noviembre de 2011

V PUJADA AL MASSANELLA o cómo hacer muy mal las cosas

El pasado puente de Los Santos lo pasé en Mallorca. Aprovechando que el martes era fiesta, y que se podían juntar 4 dias de vacaciones, era un buen momento para ir a hacer turismo, y algo más, a una isla a la que en verano es mejor no acercarse.
El viernes noche hubo bastantes más cervezas de las recomendadas, o sea que el sábado, a la hora de levantarse para coger el avión, el sobreesfuerzo fue importante.

El caso es que a las 10 de la mañana estábamos haciendo turismo en Palma, desayunando el típico bocadillo de sobrasada y con los ojos puestos en el cielo que, según las previsiones, iba a descargar agua a "chinchiporro"... Luego descubriríamos que no iba a ser para tanto.

Por la tarde visitamos Soller, un pueblo muy bonito, atravesado por un tranvía en el que puedes ir hasta la costa.


Y después de dar una vuelta por la playa, nos fuimos al Hotel, en Can Picafort, pero antes pasamos a conocer el pueblo desde el que salía la carrera de mañana: Mancor de la Vall.
El domingo, después de haber descansado mucho y bien, era la hora de la verdad....
Desde el principio a mí me daba muy mala espina. Últimamente, oigo a unos cuantos privilegiados decir cosas como  "el entrenamiento está sobrevalorado",  "entrenar más de hora y media es una burrada y eso sólo lo hacen los profesionales",  "yo entreno de competición en competición".... y, yo, muy ilusa, pensé: "¿y si es verdad?", "¿y si funciona?"
Pues NO, NO FUNCIONA
La próxima vez que oiga a alguno de estos "chulitos" que jamás entrenan y que se presentan a las carreras con un único rodaje el miércoles anterior, decir aquello de que estás loca por tirarte 4 semanas preparando una carrera, voy a tener que hacer un serio esfuerzo para no mandarlos a tomar por ....

En fin, a lo que vamos: Unos primeros kilómetros rápidos en los que pensé: "una de dos: o sigo a este ritmo toda la carrera y soy una bestia, o no soy capaz de llegar ni al primer avituallamiento antes de ponerme a caminar". Efectivamente, caminé mucho, mucho, mucho.

Las piernas no querían ir...incluso cuando empezó la parte de subida más dura, que se me suele dar bien,  notaba la falta de montaña de estas últimas semanas, ¡qué rabia!.
Una se piensa que como ha estado tres meses entrenando, y luego ha corrido la Tranasalpine sin mucho problema, que está preparada para todo. PUES NO.
Ahora me siento como si esta prueba haya sido una bofetada a mano abierta, como si me hubiera dicho: "Chata: o te esfuerzas o mejor dedícate a otra cosa"

Lo bueno fue que hice muchos amigos. Es lo mejor de las carreras de montaña. Un chico de la organización fue conmigo durante todo el recorrido. Incluso en las partes más complicadas (había una bajada que ponía los pelos de punta) se paró a esperarme. Todo un detalle.

Por fin, entrada en meta.

También estuve con Isabel, una de mis compañeras de la jornada en Cercedilla.


Cuando todo aquello acabó, y después de hablar mucho rato de la dureza de la carrera mientras recuperábamos fuerzas con el piscolabis que nos habían preparado, cogimos el coche para hacer una parada en INCA, que celebraba la "Feria del deporte y el motor" y estaban todas las tiendas abiertas y con puestos a la puerta. Me recordó mucho al Martes Mayor de C. Rodrigo.

Comimos en una carpa con diferentes casetas de pinchos y disfrutamos un poco de la fiesta. A media tarde, volvimos al hotel para ducharnos y cambiarnos e ir a tomar unas cañas y cenar como la ocasión lo merecía.

Al día siguiente visitamos CAP DE FORMENTOR, Andrés se dio un baño en el mar y comimos en Pollença, que es un pueblo interior precioso.

Esa noche dormimos muy cerca de Palma, en Magalluf, pero como aún estábamos muy cansados de la carrera, apenas cenamos caímos redondos.
El martes prontito tocaba viaje de vuelta y día familiar en Madrid, y después de comer, vuelta para Salamanca.

Total, que ha sido una escapadilla con un poco de todo. Muy divertida y con muchisimas risas, pero también con algún momento algo peor...


Moraleja: Si otros no entrenan y obtienen resultados, guay por ellos. No es mi caso.

3 comentarios:

Sonia dijo...

Y mi ensaimada?

Mercedes dijo...

No sé si te consolará, pero es la segunda carrera más dura que se hace en Mallorca. Yo era la primera vez que la hacía y la encontré terrorífica. Pero bueno todo es entreno, tú ya lo sabes....eso de salir sin entrenar..no se lo creen ni borrach@s, jejejeje
Un abrazo

Anónimo dijo...

y del hotel no dices nada..

guiller