La primera idea era preparanos la Media Maratón de Babilafuente, pero rápidamente hubo que desistir de la idea por osada. Nuestra forma era penosa.
Incluso para la que finalmente elegimos, un mes después que la de Babilafuente, hubo que darse prisa, y el cuerpo la primera semana no estaba demasiado de acuerdo, pero finalmente, fuimos cogiendo el ritmo poco a poco, y, sin saltarnos un sólo entrenamiento, el objetivo se cumplió.
Hablo en plural porque desde los inicios, la idea fue compartida con Perrino. Nuestros remordimientos de conciencia nos unieron y decidimos embarcarnos juntos en este proyecto.
Pese a lo que en principio me temí, los dos fuimos muy disciplinados y quedábamos, con no poco esfuerzo, casi todas las tardes, para reventarnos por los caminos salmantinos, y durante exactamente 4 semanas.
El caso es que el día llegó. Yo estaba bastante segura de que no podría mejorar el tiempo que había hecho en otra media, pero el día de la carrera, notaba que las piernas me iban mucho más rápido de lo espearado.
Aunque lentamente, los entrenamientos habían hecho su labor y ahora la zancada parecía larga, la respiración controlada, las pulsaciones en orden...Lo peor, sin duda, la cabeza. Hay que mejorar este aspecto.
El caso es que, al final 1:42:07, dos minutos y medio menos que la última vez, asi que muy contenta.
Perrino también bajó mucho de lo que en principio pensaba que iba a hacer, Rober 1.33 y Andrés, 1:27:45...eso ya es otra historia.
Como la excursión a la media era una excusa para pasar un finde en buena compañía, el resultado deportivo es bueno, pero tambíén las risas, las conversaciones, las nuevas ideas, los nuevos puntos de vista...
En definitiva, un finde renovador.
ahora hay que buscarse otro objetivo, que ayer, lunes, primer día después de la media, me sentía como si me faltara algo.
Unas fotos:
Un regalito: http://www.tvilabañeza.es/
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