viernes, 1 de junio de 2018

26 MAYO. PEÑA NEGRA

Hay días en que da más pereza que otros arrancar. Hoy fue uno de los primeros. Tanto es así que al llegar a Béjar, acordamos tomar un café. Un café de esos que yo llamo "peligrosos". Son cafés de hacerse los remolones. No hay ganas.

Menos mal que tras encontrarnos con unos conocidos, fuimos conscientes de la bobada que sería haber madrugado, prepararnos e ir hasta allí sólo para tomar un café.

Así que finalmente nos pusimos en marcha. Salimos hacia El Castañar y Llano Alto, que ya te pone un poquito a tono. Al tomar la pista que sube a Peña negra Andrés se adelantaba y luego volvía a mi encuentro. Es lo que llamamos "hacer el perrucho".

Una vez alcanzamos la parte más alta, seguimos la ruta de la Vetona y bajamos por un pinar al encuentro de otra pista que, a la postre, nos pondría en el embalse.




Desde allí, el regreso al albergue de Llano Alto es muy cómodo, así que aprovechamos para correr a gusto.

Andrés se quedó con ganas de hacer algún km más, pero para mí ya era suficiente. Última bajada hasta el coche de nuevo, y, por supuesto, cervecita recuperadora en "El Castañar".

A ver cómo sigue esto....

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