Cansados de toda la semana, y viendo la ruta Salamanca-Valgrande no es excesivamente larga, decicidmos descansar el viernes, y el sábado salir a las 7.00 hacia la estación.
Antes de las 10.00 estábamos tomando un café en la cafetería.
La estación es pequeñita, pero con buena nieve. La conocíamos sólo en verano, de los años que hemos ido al Trail de Pajares. Es curioso que se conozca una estación de esquí por las actividades veraniegas...
El tiempo fue espectacular, de hecho, recordé el frío que pasé el pasado agosto cuando estuve de voluntaria en el trail, con plumas y guantes, y sin embargo ahora, en pleno febrero, subiendo en manga corta.
El sábado por la tarde hubo campeonato de skimo, lo que hizo que estuviéramos entretenidos una vez finalizada la jornada de esquí.
Nos quedamos a dormir en la estación, así que el domingo, después de varias subidas, antes de las 15.00 regresamos a Salamanca.
Sin duda pocas horas, pero intensas.
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