lunes, 14 de diciembre de 2015

PUENTE DE LA INMACULADA EN FORMIGAL... Otro año más

Y es que ya es tradición dejarnos caer por Pirineos en este puente.
Es casi el único sitio donde normalmente a estas alturas ya hay nieve, y tener varios días unidos a un fin de semana, hacen que conducir unas horas de más no tenga tanta importancia.
El viernes, después de tener que retrasar la salida por cuestiones domésticas, hicimos noche en Vitoria. Tampoco teníamos mucha prisa, y así hicimos el viaje más descansado.

El sábado, llegamos a la estación de Formigal (con muy poca nieve aún) para sentir los esquís de travesía por primera vez esta temporada.


Un par de horas fueron suficientes para recordar lo duro que se hace este deporte. Sobre todo a la hora de la bajada. El hecho de que el año pasado apenas esquiara, y de que fuera el primer día de temporada, me infundieron un miedo que no supe superar en condiciones, así que decidí retirarme antes de pasarlo peor.

Cuando regresábamos al coche, nos encontramos con Isaac y María, que también se habían acercado hasta aquí para pasar el puente esquiando.

Después de un par de cañas en Marchica, buscamos un buen sitio para dormir y encontramos a las afueras de Sallent de Gállego un parking para autocaravanas que nos pareció una buena opción.


Tras las labores de aseo pertinentes, fuimos a conocer la vida en los bares del pueblo. Elegimos un par de ellos con muy buen ambiente. Especialmente "El sitio", donde compartimos un rato de charla y batallitas con María e Isaac.

A diferencia de otras ocasiones, esta vez nos propusimos cenar todos los días al llegar a la furgo, así tendríamos más control sobre las comidas, que si no, la experiencia nos dice que o bien comemos sin sentido o bien ayunamos indefinidamente....

Después una peli (LOS AÑOS DEL ROCK, de la que vimos en torno a 10 minutos) y a dormir.

El domingo amanece muy muy frío, y vamos a desayunar al bar más cercano para entrar en calor.
Pronto sale el sol, y la furgo recobra su color azul habitual, perdiendo poco a poco el blanco nuclear que lucía cuando nos levantamos.

Nos preparamos y salimos rumbo al sector del Portalet con la intención de atravesarnos a travesía todos los sectores abiertos de la estación.

Había muchísima gente y hacía mucho calor, por lo que la nieve, aunque estaba algo mejor que el día anterior, dejaba bastante que desear. Sobre todo en algunas pistas más expuestas al sol.

Recorrimos prácticamente todo lo que estaba abierto, y así se nos pasó el día en un sube-baja, que es en lo que consiste este deporte, claro...

Comimos un bocata en Anayet a la vuelta y regreso a la furgo por Portalet.

Hoy tocaba ducha, así que nos fuimos a Pueyo de Jaca, nos pusimos limpitos, comimos algo, y regresamos a Formigal.
Aparcamos en un área adecuada para ello y quedamos con María e Isaac para descansar y charlar un rato.

Los habíamos visto en pista, así que estuvimos comentando la jugada, las anécdotas del día, etc.

Un rato agradable en el bar "Garmo negro", muy recomendable.

Los días se hacen largos, así que sobre las 21.30, cena en la furgo y otros 10 minutos de peli antes de caer rendidos.

El lunes lo habíamos destinado a hacer algo de montaña. Subimos, como no podía ser de otra forma, a CANALROYA, en el paraíso de los esquiadores de montaña llamado PORTALET.

Alargamos un poco la ruta, porque merecía la pena disfrutar del paisaje, y cresteamos un poco hasta la siguiente cima.

Amenazaba niebla, pero finalmente pudimos pasar un día de pateo muy gratificante.


Reposamos un poco comiendo algo y bebiendo unas cervezas enfriadas en dos minutos enterrándolas en la nieve. ¡Cómo me gusta!

Antes de que se pusiera el sol, pues la temperatura baja en cuestión de minutos, montamos en la furgo y regresamos a Formigal.

Hicimos un poco de shopping (bueno, sólo mirar, que en plena temporada los precios están muy hinchados), y avisamos a María e Isaac de que llegaba la hora de la puesta a punto en el bar... malas noticias: María había tenido una caída fea y se había hecho daño en una rodilla. Habían decidido no salir hoy y mañana marchar pronto a Salamanca.

Vaya por Dios....

Las cañas hoy fueron mucho más cortas...

El martes, habíamos pensado volver a Portalet con los esquís, pero finalmente, y gracias a la amabilidad de María e Isaac, pasamos la mañana esquiando en pistas, hasta que Andrés sitió una cierta molestia en la zona operada y decidimos no arriesgar más.

Vuelta a Salamanca con las pilas cargadíiiiisimas y encantados con los días de vacaciones, desconexión y aire libre...

¡¡QUE LLEGUE YA LA NIEVE A LA MESETA!!



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