Dispuestos a emprender lo que ya no se me da tan bien: la bajada...
Pasaron casi dos horas hasta que llegamos al Chalet du Glacier, el peor refugio de los que hemos visto, sin duda. Allí vimos a los chicos con los que veníamos coincidiendo, aunque ya sólo quedaban dos, y, a juzgar por sus caras, bastante cansados.
Tomamos un sandwich y contiuamos al otro lado del río hacia Les Grands, que nos llevó algo más de lo esperado, sin duda acusando ya el cansancio de las horas y los días previos.
Las vistas, espectaculares:
El camino hasta el refugio de La Balme se hizo demasiado largo, pero una vez allí, y tras descansar un poco, bajamos por una pista de esquí (con una respuesta impecable de mis rodillas) hasta Tre-Le-Champ.
Yo pensé aquí estaría el Refugio, pero la sorpresa del día fue que aún nos quedaban al menos 50 minutos hasta La Boerne... en fín...
Eso sí, el alojamiento perfecto: trato amable, terraza, cervezas a buen precio...
Y además conocimos a un grupo de españoles muy divertidos que nos hicieron reir durante la cena y en la sobremesa como no esperábamos.
Esto ya huele a fin. Chamonix está cerca y se nota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario