jueves, 2 de octubre de 2014

Hervás. Dos veces en una misma semana

Con esta fiebre destiladora, una nueva idea fue pasar un fin de semana en Hervás combinando Btt y trail.

El sábado 20, metimos las bicis en la furgo con la mirada en la famosa Ruta Heidi.


Sin madrugar, como nos gusta, y después de hacer alguna que otra gestión y tomar un café, emprendimos la marcha.

La verdad es que a parte de los mosquitos que casi me comen, la ruta es muy agradable. La hicimos en el sentido contrario, porque nos recomendaron que la bajada era de esta forma más cómoda.
 Discurre por varios puentes y pinares, y hay zonas que están asfaltadas, pero lo realmente bonito es ver el "hachazo" de la senda dividiendo en dos la ladera de la montaña.


Acabamos pronto, así que, fieles a nuestro estilo, nos tomamos unas cervecitas para celebrarlo, y por la noche, aún tuvimos tiempo y ganas de salir de cañas y luego cenar prontito, que al día siguiente aún quedaba faena.

Domingo mañana: desayuno furgonetero y ropa de trail. Vamos a subir el Puerto de Honduras en formato ca-co, que al final fue casi todo ca(minando).

La ruta salva casi un km. vertical de desnivel, es decir, que tiene su miga, pero además el calor pegajoso que auguraba tormenta tampoco ayudaba a que se hiciera más llevadera.

Bueno eso, y que ese día me costaba horrores dar un paso...hay días que es que no...

Finalmente llegamos a cumbre, hicimos unas fotos en el monumento al montañero que inexplicablemente está colocado al lado de la carretera, y decidimos bajar los primeros km por la carretera, para empalmar con un camino que salía unos km. más abajo, y así evitar la zona de la senda de subida que estaba demasiado "rota" e incómoda.



Al final, el camino no estaba limpio, por lo que bajamos 7 km por carretera, que lógicamente fueron un auténtico rollazo, pero que gestaron la idea de lo que nos ocuparía el siguiente jueves.

Después del quemazón de la carretera, coger camino fue una liberación.

Aunque no estaba demasiado bien marcado, logramos llegar a Gargantilla, y, por supuesto, tomar una cervecita recuperadora en la primera terraza que vimos.

Creo que finalmente salieron unos 30 km.

Pues muy bien, muy agustito.

Tan agustito, que, como digo, el jueves salí un poco antes de trabajar, comimos por el camino y a las 15:00 estábamos montados en las bicis subiendo el mismo Puerto de Honduras, pero ahora en formato bici y, por supuesto, por carretera.

Al bajar e inicicar la fase "recuperación" nos dimos cuenta de que Hervás es un pueblo con muchíiiiisimo ambiente los días de diario. Vamos, que daban ganas de quedarse allí toda la tarde de cañas.



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