jueves, 20 de marzo de 2014

16-03-2014 ALTO (Y BIEN ALTO) SIL

Aún con un poco de resaca del la Transgrancanaria, nos enfrentamos a la que, cuentan, es una de las carreras más interesantes del panorama del trail español.
Como para hablar de las cosas lo mejor es conocerlas, allí que nos presentamos el pasado fin de semana, a ver si es cierto todo lo que dicen.

Llegamos el sábado a Fabero, donde habíamos quedado con el "primo Rober", acogidos todos de nuevo por la familia.

Después de comer, nuestros anfitriones nos llevaron a visitar la mina a cielo abierto más grande de España. La verdad es que es entretenido conocer los entresijos de una mina de carbón, la maquinaria, las dimensiones de todo aquéllo...





Luego Miguel, que es guarda forestal y se conoce el terreno mejor que los jabalíes, nos llevó a ver parte del recorrido que haríamos al día siguiente....eso sí, en 4x4, las piernas había que reservarlas para el día siguiente.

A las 20:00 era la charla técnica en Santa Cruz del Sil, y llegamos un poquito antes para coger el dorsal. Como siempre caras conocidas (bueno, y muchas desconocidas también). El pueblo parecía en fiestas.



Prontito a cenar y a la cama.

Y también prontito arriba el domingo: desayuno y al arco de salida...


Muchas gente con pinta de estar muy preparada. Nosotros, como de costumbre, salimos de los últimos. En mi caso eso no tiene mucha importancia, pero imagino que a Andrés le tocaría "remar" y adelantar a muchos corredores hasta que encontrara su sitio en la carrera.

El perfil era claro:



Una primera subida que se me dio bastante bien, seguida de una gran bajada por un cortafuegos que se me dio rematadamente mal (qué frustrante ver cómo te adelantan montones de corredores y corredoras en estos momentos).

En esta primera bajada Rober, que había ido conmigo hasta ahora, fue uno de los que desapareció de mi vista montaña abajo.
Ayss







Después, "el muro". Con ese nombre... no hay que explicar mucho más...





Llego bien hasta Páramo de Sil, donde comienza una (otra) subida muy larga pero bastante tendida.




La hice bien, a mi ritmo: constante y alegre. En la cumbre comenzó la nieve, y con ella los calambres y los gemelos, cuádriceps y planta del pie duros como piedras y amenazando seriamente con "subirse".





La siguiente bajada hacia el pueblo abandonado de Primout es preciosa, sin embargo el mismo dolor de rodilla que en la Transgrancanaria aparece de nuevo. Mecagoenlap....
¡joder!, pensaba que esta vez me deajaría tranquila...
Encima, tengo que hacer parada técnica (baño de chicas), me pierdo y tengo una sed que me muero.
Vamos, que la bajada preciosa, pero yo, hecha un asco.

En Primout no paro mucho porque los dolores de rodilla se agravan al retomar la marcha, así que continúo pensando en la retirada. Pienso que, si no hubiera abandonado en la Trans, tan reciente,  hoy lo haría, puesto que los dolores son incluso peores aquí.

Sin embargo, intento relajarme, tirar de raza, distraerme...y hago la siguiente parte, disfrutona al máximo (si hubiera ido sin dolores mucho más, claro) que es literalmente correr por un río: ¡ojo!, noo junto al río, no: POR el río.











El fresquito me relaja un poco los músculos (luego me contaron que fue este contraste del frío del agua y la nieve con el calor lo que nos produjo a todos tantos calambres)

Siguiente reto: subida al Pico Negro, muy bonita. Pero muy, muy bonita. Esta subida tenía clasificación individual. Si hubiera ido bien me hubiera gustado mucho apurar un poco e intentar hacerlo bien, pero... con las piernas que arrastraba, suficiente que llegué hasta allí.




En el tramo siguiente, en el que se me escapa algún que otro gritillo de dolor, alcanzo a Rober que también va reguleras.






Juntos hacemos el resto del camino. Ya nos queda poco: una bajada preciosa entre pinos, y lo peor, la llegada al pueblo (y Meta, por fin) en subida.




Allí estaba Andrés, que, aunque también había tenido problemas de rodilla, estaba ya harto de esperarnos (habíamos calculado que llegaríamos sobre las cuatro horas y media y tardamos 15 minutos más). La parte buena es que le había dado tiempo a ir al coche a buscar dinero para invitarnos a una cerveza al llegar, eso es clase, jejej.

Si he de ser sincera, llegué reventada.





El resultado no fue bueno, la posición tampoco, pero la experiencia sí, y eso ahora mismo es muy importante.

Ducha, comida (y bebida, claro), cafetito y vuelta a casa.




Han pasado cuatro días y aún tengo los cuádriceps pidiendo ayuda para sujetarme...





1 comentario:

Anónimo dijo...

tía elena culo blanco