jueves, 9 de enero de 2014

NAVIDADES 2013-2014. Un poco de todo

Cambiamos de año...ya tenía yo ganas.
No ha sido mi mejor año el 2013, eso es evidente, pero, por si acaso, como se dice en mi pueblo: "nunca a peor".

Las vacaciones empezaron bien: con ganas de disfrutar de las fiestas, de los excesos y de todo lo que implican...
La primera semana la pasé en Salamanca, con la familia, amigos, alguna escapadita a la Sierra de Francia y a la de Candelario, y algo de gym. Hice lo que pude...

El día 28, avión destino a Sicilia. ¡Qué emoción hacer algo diferente! ¡Por fín un año sin tener que preocuparse por la Nochevieja (a todas luces sobrevalorada...)

Viajábamos con Rober y Rosa, pero nosotros dejamos la furgo aparcada en Barajas para continuar la ruta el día de vuelta.



Como de costumbre, tantas horas de viaje se me hacen muy pesadas. Salimos de Salamanca a las 8 y a las 18:00, cuando llegamos al hotel de Giardini Naxos, ya era noche cerrada, así que poco más nos quedaba más que ir a cenar (pizza, por cierto, una locura...) y acabar con la broma que le teníamos preparada a Rober y Rosa por ser el día de los Inocentes
(Les hicimos creer que el director del hotel nos había pedido un queso, y allí que se presentaron con el manchego):



Al día siguiente tocaba visita al volcán ETNA, omnipresente en toda actividad de la Isla.


La verdad es que el impresiona. No pudimos subir más arriba de 2500 m.. justo ese día estaba prohibido. Luego nos lo explicaríamos: esa misma noche entró en erupción.
De hecho, mientras estábamos allí, presenciamos una pequeña explosión...


Pasamos casi toda la mañana jugueteando con las fumarolas, las piedras volcánicas, los "piroplasmas" y demás. Sobre todo Rober, que por su profesión (geólogo) se encontraba desbordado...



A la vuelta, paramos en Nicolosi a tomar un aperitivo, que al final, se convirtió en comida, gracias a la idea de Andrés de probar un "Aranchini" que es una especie de súper croqueta que dentro tiene un plato completo: arroz, queso, carne, tomate....




Como la noche cae enseguida, sobre las 16:00 ya hay ambiente de ocaso, así que no nos dio mucho más de sí el día que de visitar Taormina: ciudad hiper turística, muy bonita y muy cuidada, pero eso, muy turística.


De vuelta al hotel, bajamos a cenar hoy un poco de pasta (yo pescado):


Cuando regresamos al hotel, miramos por la ventana de nuestra habitación y ¡sorpresa!: el Etna, que ya habíamos visto desde Taormina que "chisporroteaba" cosa mala, ahora estaba inundado de un río de lava que corría ladera abajo al mismo tiempo que se veían y oían continuas explosiones.
Un auténtico espectáculo natural...

¡¡qué bien hicimos en subir esa mañana!!


Segundo día: Turístiqueo a tope: Agrigento, Siracusa, Ortigia y Catania:

Agrigento:





Ortigia:

De Catania no tenemos fotos... mejor no preguntar.

El tercer día: Nochevieja.

La idea primera era ir a Strómboli, pero el temporal que acechaba nos hizo cambiar el plan (para desgracia del pobre Rober) y decidimos visitar el anfiteatro de Taormina, que nos encontramos cerrado en la primera visita. La verdad es que es impresionante:







Después, y casi por equivocación, subimos a un pueblo en lo alto que se llama Castelmola. Allí nos encontramos, a parte de un bar con motivos fundamentalmente fálicos, 






un pueblo pintoresco, cuidado, limpio... digno de admirar.





Eso sí, no dejó de llover en todo el día...

Después de intentar calentarnos un poco entre la estufa y la decoración del bar, pusimos rumbo a Messina. Una ciudad sin mucho interés (según la guía de Rosa), pero con vistas de Nápoles que sí merecen la pena:



Como sabíamos que la noche no se iba a alargar mucho, fuimos al hotel (después de que los chicos hicieran unas cuantas compras), a empezar a celebrar la TARDEVIEJA:


Luego arreglarse y a cenar:



Cuando nos dimos cuenta era ya la hora del cambio de año... sin uvas, ni casi emoción... una triste "cuenta atrás" y luego besos y fotos...

Un poco sosainas, estos Sicilianos...

Después de brindar, seguimos el jaleo en un bar de copas: charleta, historias de cuando niños....





...y esto se acabó.

Última vista atrás al solito que dejábamos allí:



LLegamos a Madrid de noche, lloviendo, frío. ¡Qué perezón!
En un momento estábamos en la furgo, miramos el tiempo, y descartamos poner rumbo a Pirineos, como era la idea principal.
Vimos que el único sitio donde el temporal daba una tregua era en Granada, así que, ¡rumbo a Sierra Nevada!
Como estábamos cansados, paramos a hacer noche en un pueblo de Jaén, Baños de la encina.
Por la mañana, lloviendo y con frío, nos pusimos ropa de correr, que ya había ganas, y dimos una vuelta de hora y media alrededor del pantano de Rumblar. En teoría íbamos a hacer una ruta por senderos, pero la realidad fue que casi todo el tiempo fuimos por asfalto.

A mí me sentó de maravilla.

Después de comer en el restaurante del pueblo (muy bien, por cierto), partimos hacia Sierra Nevada, donde aparcamos en nuestro aparcamiento "de confianza". Una vez instalados, fuimos a ver qué tal están las cañitas  y los pinchos de Pradollano.

Todo correcto.

A la mañana siguiente, con más miedo que otra cosa, cargamos esquís de travesía y a sudar...
Tras hora y media aproximadamente, emprendí la primera bajada tras el accidente. FATAL.

Además, a Andrés empieza a darle problemas las fijaciones de sus esquís, así que el resultado fue que tuvimos que aparcar los esquís y sentarnos a disfrutar del sol granadíno.

Como el siguiente día daban previsión de vientos muy fuertes, bajamos a Granada capital, donde no había atisvos de mal tiempo ni por asomo.
Aprovechamos la mañana soleada para trotar por un pinar en lo alto del Albaycin. Qué pena de fotos. Las vistas desde allí no tienen nada que envidiar a las del Mirador de San Nicolás...

Después, terracitas al sol y vuelta a la estación. La noche era horrible, pero nos pudo más el vicio de las cañas:

La mañana amaneció fría, con carreteras heladas, dificil...
pero confiamos en la previsión de que el día iría a mejor, así que hoy tocaba abrigarse,  ponerse crampones y piolet y apretar los dientes.




Empezamos con la idea de ir a la Laguna de las Yeguas, pero la verdad es que atravesar las pistas era un rollazo, así que después de hacer un intento y no encontrarla, no nos quedó otro "remedio" que mirar hacia arriba, ver al Veleta ahí, tan arriba, tan erguido, tan bonito....¡¡qué le vamos a hacer!! ¡¡si parece que nos está diciendo: aquí arriba estoy, ¿qué hacéis ahí abajo?!!

Pues hale!, allá que fuimos.

La subida fue dura, porque habíamos bajado mucho y ahora tocaba desandar, y porque la nieve estaba dura, con algunos desprendimientos...
Pero bueno, al final, llegamos. Un par de fotos y para abajo, que aquí corre mucho el viento.




y vuelta a la furgo.

Un día de montaña precioso (sobre todo al final).

Después de la merecida cañita al sol, nos bajamos a Granada de nuevo a pegarnos el último homenaje de las navidades.
¡qué ricas tapas!

El último día de vacaciones, estábamos bastante cansados, así que decidimos emprender la vuelta prontito, abandonando la idea de volver a correr por el pinar del otro día.

Pero volveremos..¡¡y con cámara de fotos!!


Y hasta aquí las vacaciones de Navidad 2013-2014.

Seguimos adelante.

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