Pues eso, que después de una temporadita de parón, al fin el pasado día 26 me escapé a hacer un poco de travesía en San Isidro. Con miedo, claro, pero contenta.
El día 28 vuelta para Salamanca, que había que cerrar unos "negocios" (ya informaré) y el 30 ¡¡SAN SILVESTRE SALMANTINA!!
Como el estado de forma es penoso, la idea de ir disfrazados me pareció genial.
Como siempre, a última hora, decidimos ir de circenses, y nos reímos cantando y haciendo el payaso toda la carrera.
Además, así vamos creando escuela...
Yo tanto me reí y tan metida estaba en mi papel que me comí literalmente el mástil de una bandera, que me produjo un leve mareo, otro chichón y una rodilla de color berenjena. Pero no fue que una anécdota más.
Al llegar a la meta, pasé por enfermería a que me dieran hielo y me hicieron unas pruebas para comprobar que la cosa no era grave, y listo.
La fiesta post-sansilvestre este año fue algo más sosa que otros años, pero lo justo para seguir manteniendo viva la tradición.
De momento poco a poco recuperando las ganas y la fuerza para correr y hacer montaña. Buscando un buen objetivo para 2013 y, de momento, para Reyes, una escapada a Gredos....
Seguiremos informando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario