lunes, 18 de junio de 2012

ORIENTAGREDOS 2012

Por tercer año consecutivo, y espero que queden muchos más, nos presentamos el fin de semana pasado en Barco de Ávila para volver a participar en el Orientagredos.


 Esta prueba la tengo especialmente marcada en el calendario, puesto que siempre aporta un punto diferente al resto de carreras.




Para empezar es mucho más larga que cualquier otra. Al menos en tiempo. Incluso este año, que recortaron más de una hora y al final estuvimos en ruta sólo 11.
El puntito de estrategia que tienes que emplear antes de comenzar y las pequeñas metas que suponen las balizas, hacen que esas horas se pasen volando.
Junto a esto, el hecho de que sea una prueba en parejas, los paisajes por los que discurre, la organización y el ambiente hacen el resto.
Sin duda una prueba de DIEZ.

Otra cosa, claro, es lo que nosotros hacemos con toda esa estrategia...

Después de la charla técnica, coger el mapa y marcar la primera parte del recorrido previsto, nos pusimos, tras un primer bloqueo, en marcha.
Las primeras 5 o 6 balizas las encadenamos sin apenas problema.Siempre dentro del mapa y perdiendo poco tiempo.


Subimos a las cotas y bajamos a los ríos, y, salvo algún pequeño despiste, llegamos a la zona de descanso obligatorio muy cansados, pero contentos.


Antes de comer había que hacer un score, osea, otra mini carrera de orientación de diez balizas, dos de ellas obligatorias.



A mí en ese punto me dio un bajón, apenas podía correr moverme. Más que correr me arrastraba.
Hicimos tan sólo 5 de ellas y paramos a comer y descansar. Eran casi las 17.00 y yo tenía hambre, me dolían las piernas y necesitaba sentarme y comer y beber bien.

Fueron sólo 20 minutos, pero cuando reemprendimos la marcha parecía que había estado descansando tres horas. Es increíble cómo recupera el cuerpo cuando le das lo que pide.

Esta segunda parte se nos dio un poco peor, y la primera baliza que fuimos a buscar no sólo no la encontramos, si no que nos hizo perder mucho tiempo, y, lo que es peor, confianza.




Seguimos adelante y poco más allá volvimos a perder mucho tiempo buscando un camino que, aunque en el mapa aparecía claro, en la realidad no lo estaba tanto... Al final optamos por darnos la vuelta y rodear por la carretera hasta la siguiente baliza, que, por cierto, nos pasamos de largo. Menos mal que íbamos por buen camino y pudimos cazar otras.

Estábamos ya en un punto crítico, en el que el tiempo se nos echaba encima, por lo que decidimos ir asegurando por la carretera hasta el siguiente punto de control neutralizado, en Casas Bajas. Llegamos a las 20:00, y había que neutralizar 10 minutos.

A partir de aquí, había que llegar lo antes posible a Barco de Ávila, cogiendo tan sólo aquéllas balizas que nos pillaran muy a mano.
Corrimos todo lo que podíamos a esas alturas de la carrera y llegamos a las 20:35. Cogimos el nuevo mapa con las balizas del score, y, con los nervios, tan sólo nos dio tiempo a hacer tres de las diez que podríamos haber cogido.
...Y aun así terminamos muy, pero que muy contentos. Evidentemente no por el resultado, ni por la clasificación, que seguramente nos deje por la parte baja, si no porque poco a poco vamos haciéndolo cada vez mejor, con más confianza y aprovechando lo que de las carreras anteriores vamos aprendiendo.
















1 comentario:

Anónimo dijo...

chachi piruli, tía Elena