RETO OXIGENO: II Trail de Pajares y entrenamiento de calidad con los mejores

El pasado sábado 20 de agosto partimos de Salamanca hacia León para recoger a Dani, que el pobre llegó de Barcelona a las 8 de la mañana y estaba agotado, e ir hasta la estación de Valgrande - Pajares a recoger el dorsal de nuestra siguiente cita: El II trail Valgrande-Pajares.

Recogimos el dorsal en medio de un ambiente absolutamente encantador, y, para colmo, en un sorteo que tenían preparados, nos tocan: una sesión de spa para dos, un descenso del sella para dos y un llavero Salomon. ¡¡toma!!

Nos fuimos pronto al hotel a descansar, sobre todo Dani, ya que al día siguiente teníamos una cita dura.

El domingo, después de un grave contratiempo con los agentes del orden, llegamos apuradillos a la linea de salida. Allí, muchas miradas se posaban en nosotros, puesto que la equipación que llevamos es muy llamativa.

La crónica de la carrera la resumiré diciendo que la disfruté muchisimo, que los paisajes me impresionaron y que la corrí con la alegría de las primeras veces. Dani tuvo un problema con las zapatillas que apenas le permitió correr a partir de la mitad de la carrera, por lo que no pudimos hacernos una idea clara de cómo habría sido nuestra actuación en plenas condiciones.

Me quedé con la sensación de que el año que viene quiero volver. Eso siempre es buena señal.

El ambiente post-carrera inigualable. Mucha gente nos conocía de la revista, otros de la carrera....

Depa, como siempre encantador, nos aconsejaba y animaba.

Andrés, que también corrió, lo hizo como casi siempre muy bien. Terminó en el puesto 33 de la general. Un auténtico bestia.

Después nos retiramos a descansar un ratito y luego a cenar en muy buena compañia (Dani, Andrés, Depa, Elena Moro y Ajo) a Oviedo.

Muscularmente, pensé que  me econtraba perfectamente cuando me fui a la cama, sin embargo a la mañana siguiente, unas molestas agujetas en los cuáddriceps me hicieron ver la realidad.
Habíamos madrugado para ir a entrenar con el gran Santi Obaya y Eva por la zona de Peña Ubiña. ¡¡qué pasada entrenar con unos auténticos campeones!!

Nos metimos una paliza de casi 6 horas trotando por la zona. Me vi bien: fuerte, disfrutando.

Buscando la zapatilla perdida en el barro

Después sólo quedaba la vuelta para casa y la posterior recuperación. Al día siguiente mis cuádriceps me gritaban que les había hecho polvo en cada movimiento, jejejeje.
Que se vayan preparando para la semana que viene........