viernes, 27 de agosto de 2010

PICOS DE EUROPA. Del 9 al 12 de Agosto. Macizo Occidental.

Como los últimos años, durante el verano, acostumbro a hacer una travesía de montaña con amigos. Este año decidimos recorrer el Macizo Occidental de Picos de Europa, que no conocíamos, y que, aunque menos elevado y famoso que el Central, también tiene mucho que visitar.
La salida estaba prevista para el lunes por la mañana desde Caín para llegar al refugio de Vegarredonda, pero amaneció muy nublado y con chubascos.

Estuvimos esperando casi 5 horas a ver si despejaba, pero al final decidimos variar los planes y hacer casi 2 horas de coche para subir por los Lagos de Covadonga.

La niebla y yo

Fue un paseo de poco más de 2 horas. La niebla nos acompañó hasta los 1200 m. aprox, donde las nubes quedaban por debajo y dejaban paso al sol.
Ya en el refugio cervecitas, charla, cena y a descansar.
El martes, después de desayunar emprendimos marcha hacia Peña Santa María, una de las cimas más altas del macizo. Tuvimos ciertos problemillas para encontrar el camino correcto, y al final nos quedamos a unos 100 m. de la cima, medio enriscados en una zona poco aconsejable.

Después de comer, y de vuelta hacia el refugio, subimos al Requexón. Este pico tiene una ascensión muy entrentenida, un poco expuesta, pero divertidisima.

En la cima, vistas preciosas.

Regresamos al refugio, y antes de cenar, mientras tomábamos unas cervezas, hicimos un buen rato de charla con el responsable del refugio.

A la mañana siguiente cogimos las mochilas grandes y partimos hacia el refugio de Vega de Ario. La marcha fue larga y dura (...), con pasos muy heterogéneos y con la necesidad de ir muy pendientes de no perder el camino.
El tiempo nos acompañó, y no encontramos niebla. Nos habían dicho que esta marcha, si aparecía la niebla se ponía muy peligrosa.

Finalmente, y después de perdernos bastante rato en la Vega de Aliseda, y a base de mirar y remirar el mapa, encontramos el rumbo y llegamos sobre las 4 de la tarde al Refugio de Vega de Ario.
Cervecitas para hacer tiempo hasta la hora de la cena.
A última hora de la tarde, el cielo empezó a cerrarse y sobre las 10 de la noche ya estábamos inmersos en una espesa niebla que hacía prever que al día siguiente no íbamos a poder hacer gran cosa.

Efectivamente: tuvimos que hacer tiempo jugando a las cartas, leyendo, charlando...hasta casi las 3 de la tarde que nos decidimos a ir hasta el Jultayu. Las condiciones no habían mejorado mucho, pero teníamos que arriesgarnos a salir, que estar tanto tiempo encerrados ya empezaba a pasarnos factura.


Las vistas desde este pico deben ser bonitas, pero no pudimos comprobarlo.

Volvimos al refugio y charlamos un rato con el resto de la gente.
Por la noche Ignacio, el guarda, nos invitó a unos chupitos como agradecimiento por la cantidad de cervezas que nos habíamos tomado. Risas.


El último día, en principio, iba a ser de bajada hacia los Lagos de Covadonga, pero con alguna subida a algún pico de camino. Sin embargo, también amaneció lloviendo, por lo que hicimos la bajada sin más.
A las 12 de la mañana estábamos en Arriondas buscando sitio para dormir.
Por supuesto, esa tarde-noche tuvimos que probar la sidra en todas las sidrerías del pueblo.

Ha sido una travesía diferente a las de los demás años. Primero porque hemos pernoctado dos días en cada refugio, y segundo porque el tiempo ha mermado mucho los planes que teníamos, por lo que quizás hemos bajado con la sensación de que se ha quedado un poco corta.
El año que viene compensamos!!.

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