COMO DECÍAMOS AYER

Como decíamos ayer, los proyectos, los viajes, las conversaciones en un bar, el aire libre, la montaña, el sol, los amigos, y por supuesto la familia...ese es el motor de mi vida.
Algunos proyectos se truncan a última hora, algunos viajes no salen como esperabas, algunas conversaciones derivan en verborreas sin sentido, el palabras vacías, en discusiones..., el aire libre a veces es frío y desagradable, la montaña es caprichosa y se puede volver en contra de tí...¡y de qué manera!, los amigos a veces van y vienen...pero aún así, y quizás por eso con más fuerza, todas esas cosas son las que me hacen sentir bien, las que me ilusionan y me impulsan a seguir creando proyectos, buscando viajes, chateando, disfrutando del aire libre y de la montaña, aprecieando a los amigos, y mordiendo los mofletes del pequeño Víctor.

Bueno, a lo que vamos: Hace 15 días completé la primera carrera "seria" de mi vida: Cross alpino de Cebreros. Es una prueba de 22 km por montaña. Indiscutiblemente la carrera más bonita que he hecho en mi vida. Tampoco es que haya hecho muchas, pero es igual. No había disfrutado tanto corriendo jamás.
Me gusta no tener que ir mirando el reloj cada km: en estas pruebas el ritmo por km no vale. Eso me hace ir con mucha tranquilidad, sintiendo cada zancada que doy, ajustando mi capacidad física al medio, concentrándome en no tropezar...vamos, que mola.
Lo malo es que esta prueba no estaba programada, y para lo que me estuve preparando durante más de un mes, fue para la que hice la semana siguiente: la primera MEDIA MARATÓN oficial de mi vida: MEDIA MARATÓN RUTA DEL SELLA
Acusé mucho el cansancio de la semana anterior (creo), y aún así, me siento muy orgullosa del tiempo que hice: 1:44:26. Quizás si no hubiera hecho el cross el domingo anterior me hubiera sentido mejor en ésta. Ya no lo podremos saber.
De cualquier modo, en esta prueba era todo asfalto, no había piedras con las que tropezar, sólo había que concentrarse en ir restando los km. del recorrido...mucho más aburrida y dura mentalmente.
Además en una carrera de montaña la gente habla, pregunta, comenta... aquí no: cada uno va a lo suyo y como mucho oyes a alguien bufándote en el cogote, o lo que es peor, escupiéndote casi en los pies, que la gente yo no sé cúantos fluidos segrega, oye....

Total, que eso, unido probablemente con la astenia primaveral, ha hecho que esta última semana me haya tirado todo el tiempo libre que he tenido durmiendo o dormitando en el sofá.

Ahora me encuentro a la búsqueda de nuevo objetivo, de nuevo proyecto, ¿por qué? Porque estoy viva.