Lo bueno de las casetas es disfrutar del aire libre, del sol, de las cañitas a pleno día, pero sobre todo, lo mejor, son las charlas que surjen en torno a ellas...(lo sé, lo sé, también las hay para pegarse un tiro).
Se ve ambiente de fiestas en Salamanca, la gente atiborra las calles, la sensación es de auténtica feria, pero, entonces...¿por qué hay que madrugar para trabajar?.
En mi pueblo, cuando son fiestas, no trabaja ni Rita (excepto si tienes un bar, claro), que para eso son FIESTAS...Bueno, pues aquí, en Salamanca, el ambiente es festivo, pero las empresas abren, y los trabajadores trabajamos, ¡no te jode!
Este será el último fin de semana que estén abiertas las casetas. Luego, cerrarán durante un largo año, y las calles volverán estar vacías. Vacías y frías, que es lo que toca cuando acaba el verano.
Una tristeza.
Cuando merezca la pena, haré alguna foto, y la colgaré.
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