Fue bonito recordar, eso sí. Se ve que con los años he decidido acordarme sólo de lo bueno...
Llegamos el viernes Santo, y aunque empezamos dando un paseo entre Talasnal y Candal, pero de repente nos vimos trotando, haciendo así una primera sesión de trail después de unos días de gripe y estado febril que me había dejado muy tocada.
El sábado había una previsión de muy mal tiempo, así que nos fuimos a pasar el día a Coimbra, a una media hora de Loussa.
Encontramos un sitio muy agradable donde aparcar la furgo, y nos dedicamos al turistiqueo, el terraceo, el cerveceo e incluso algo de papeo...
Pero el domingo había que volver al monte, y, aunque me costó arrancar, al final hicimos una ruta circular recordando paisajes entre las aldeas de Talasnal, Chiqueiro y Candal.
Unas vacaciones diferentes...pero en el fondo, iguales.
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