Voy un poco retrasada con la actualización del blog, así que recordaré, más a base de fotos que otra cosa, los últimos fines de semana:
Como dejar las cosas a medias nunca deja buen sabor de boca, volvimos una semana después para terminar lo que habíamos empezado: La integral de Candelario.
Madrugamos bastante, para asegurarnos no tener la excusa del tiempo para acortar la ruta, por lo que nos costó encontrar un sitio donde tomar un café, pues estaban todos los bares cerrados aún.
No eran ni las 9 de la mañana cuando empezamos y ya hacía un calor agobiante, de los que dan la sensación de que el aire no entra en los pulmones.
Por eso, y porque yo soy una tortuga, se mi hizo eterno el primer punto de referencia: PICO DEL ÁGUILA:
A paritr de ahí, el ánimo y las piernas van cada vez mejor. Menos mal...
Ahora nos queda mi gran enemiga: LA BAJADA
La verdad es que las horas y los km. recorridos, empiezan a hacer mella, y se me hace eterna... y más aún contando con que cuando acabe la bajada de la montaña, empieza la infernal pista de LA DEHESA, y peor aún: CARRETERA...
Calor infernal.
Una buena paliza que va a ser la última antes de la TRAVESERA. A estas alturas empiezo a plantearme hacer yo alguna carrera... he acompañado en tantas salidas a Andrés, que creo que hasta ¡¡he cogido algo de forma!!
Al día siguiente teníamos pensado ir a Alba de Tormes en bici, pasar allí el día, alquilar una piragua...pero nada, nos dejó tan machacados el calor del sábado, que el domingo nos quedamos en Salamanca, de ruta de cañas y de vida mundana, que también se agradece.
PRÓXIMA AVENTURA: TRAVESERA
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