Hacía mucho que no pasábamos un fin de semana de sidras y raciones y Asturias, así que aprovechando que el tiempo no dejaba demasiadas opciones outdoor, nos fuimos a Cangas de Onís-Arriondas el pasado Puente de Todos los Santos.
El viernes, sin madrugar, que para eso estamos de puente, se nos ocurrió subir de Cangas a Lagos con la mochila de trail al hombro.
Cuando llegamos al Santuario, preguntamos en información para subir a los Lagos, pero nos contaron una historia rocambolesca de unos Guardas que no estaban ese día y que habían dejado orden de decir a todo aquel que como nosotros quisiera subir a pie a los Lagos, que no lo hiciera...¿?¿?¿?
Total, que investigando por allí, vimos una ruta que nos permitió seguir un ratito más de trote, pero cada vez que mirábamos al evidente camino que subía justo en frente de nuestra ruta, pensaba qué habría tan peligroso como para que no pudiéramos subir por allí...
En fin, foto de llegada y vuelta.
La bajada no me gustó mucho. En realidad la bajada sí, la que no me gusté fui yo: sin confianza, sin fuerza,...
Paramos en el "avituallamiento" para comer algo y vuelta sobre nuestros pasos. Un poco rollazo tanto asfalto.
Por la tarde, recibimos la noticia de que Antonio se viene a pasar el finde, así que decidimos descansar hasta la hora de la cena, que nos conocemos el percal, jejelel.
Entre sidras, cervezas y copas la noche se alargó, como era de esperar.
A la mañana siguiente, lluvia y más lluvia. Una temperatura buenísima, pero el cielo negro y sin dejar de jarrear...
Así que nos fuimos de turismo de interior: Sobrefoz, un pueblo chulísimo, en medio del Parque Natural de Ponga, con un par de bares que ofrecían (a parte de unas buenas cañitas de antes de comer) un menú especial...y tan especial....¡¡ 5 platos!! Ay Dios mío... Menos mal que yo sustituí la fabada por una sanérrmia ensalada, aunque aún así....
Un rato de sobremesa tranquilita y muy agusto, y luego vuelta a Cangas de Onís, que Andrés se había apuntado a un sprint de orientación.
Por la noche, estábamos muy cansados, así que a la camita pronto que a la mañana siguiente había que madrugar.
Domingo soleado (como tienen que ser los domingos) y rumbo a Arriondas. Ya sabíamos que el Raid se nos iba a quedar corto, porque está pensado para hacer una parte en btt, y a nosotros nos había dado pereza cargar las bicis, así que salimos sin prisa, aunque Andrés como una bala. Yo hacía lo que podía detrás de él. Clavamos las tres primeras balizas, que estaban cerquita, y las siguientes, un poco más alejadas, tampoco se nos dieron mal.
Sólo nos liamos un poco en una, el resto bastante bien.
Llegamos muy pronto a hacer las pruebas especiales (cuerdas, tiro con arco y piraguas). ¡¡Qué risas!!
Total, acabamos mucho antes que el resto de equipos, aunque, aún así, en la clasificación fuimos cuartos. ¡¡Si hubiéramos llevado las bicis...!!
Después comimos en Arriondas y vuelta para Salamanca.
Un fin de semana diferente, con un poco de todo, pero sobre todo, con mucho de lo más importante: Risas
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