martes, 8 de octubre de 2013

PERO PASÓ: CANON DO SIL


  


Muchas veces en el útlimo medio año se me había pasado por la cabeza que quizás jamás volvería a ponerme un dorsal.
A ver, que tampoco me iba a morir. Que, como me dijo Tere en Jerusalén, tampoco soy yo una Nadal que viva del deporte. Pero, ¡qué coño!, me jodía querer y no poder.


El caso es que después de quedarme con las ganas (y luego arrepentirme) en Puigcerdá el pasado Agosto, ahora se me presentó la ocasión con una carrerita corta: 17 km, hermana pequeña de la que disputarían los clubes para hacerse con la Copa de España  de 34 km., al lado de Ourense donde desde hace un par de meses vive Rober, y con el que ibamos a pasar el fin de semana.... ¡Ahora o nunca!



Después de que el viernes y el sábado conociéramos un poco de la ciudad  y sus termas naturales

 el domingo, bien prontito, nos plantamos en Parada de Sil a recoger nuestra bolsa del corredor, que, por cierto, me sorprendió gratamente: aceite de oliva, vino, camiseta...






Hacía frío, y la niebla no dejaba ver lo que nos esperaba, pero el ambiente era cálido. Mucho compañerismo y mucha equipación. Se notaba que los equipos habían ido a luchar por lo suyo.

Mi guerra era otra.







Salimos todos juntos. Carrera larga y corta. Andrés se va volando y nos quedamos Rober y yo peleando con la primera bajada. 
Mucho, qué digo mucho, muchiiiisimo miedo. Imposible olvidarse ni un momento de la rodilla. Concentrada al 100% en cada piedra que pisaban mis zapatillas. Un mal movimiento y .... 
Continuamente pensando en las palabras del fisio el pasado martes: "tienes el cruzado muy tocado...no sé yo cuánto te quedará sano..."

Primera subida: noto que mi estado de forma no es el que me gustaría, pero bueno, ahí estoy, siguiendo las cintas blancas y rojas...  ¡no me quejo!

Me adelanta una chica y "hacemos piña" ella, su acompañante, Rober y yo. Claramente ella sube mejor que yo. No me preocupo (aunque me jode), como digo, esa hoy no es mi guerra. 
De repente, llegamos a un pueblo donde me doy cuenta de que no hay balizas...¡¡mierda, nos hemos perdido!! 10 minutillos entre deshacer el camino y buscar el bueno.
Luego nos enteraríamos que en ese tiempo nos ha adelantado otra chica.

Me quedo un poco en la subida.

No recuerdo cuántos avituallamientos hubo. Muchos. No paré en ninguno. La niebla me permitía ir fresquita y sin sed. Agustisimo

Debió ser en uno de ellos donde perdí al grupo. 
El resto de la carrera sola. Como me gusta. Sufriendo y disfrutando en una subida de zetas que si hubiera estado bien, hubiera sido perfecta para trotarla.

Ya se me empezaba a hacer larga. Iba forzando un poco y no sabía cuánto podría seguir así. De repente, veo entre la niebla a unas chicas animando, les pregunto que cuánto queda y me dicen que ya se ve el arco de meta. La verdad es que yo no lo ví. No sé si por la niebla o por lo topo que soy, pero, sí, sí, un poco más adelante, y tras dar la vuelta entera al parque (no se entraba por la zona más cercana a la llegada, si no que había que dar TOOOOOODA la vuelta), ¡¡¡META!!!!

Increíble emoción.

Rober había llegado un minutito antes, y de la otra chica, ni rastro....así que... ¿es posible que sea tercera?

Rober me lo confirma.
Nos vamos a duchar (una odisea, por cierto), y volvemos para recibir a Andrés. Tarda un poco, pero llega más feliz que una perdiz:

Nos dice que ha sido una de las mejores carreras que recuerda, que se ha sentido agusto. ¡Qué bien!








Lo de siempre: charlas atropelladas donde ninguno escuchamos al otro, y nos "pisamos" la palabra intentando explicar cómo nos hemos sentido en nuestra carrera. Esto también se echa de menos...


Hora de comer y de recibir el premio:


Qué emoción,  por Dios...

Después de un cafetito, vuelta para Ourense, donde aún nos dio tiempo a ir a relajarnos de nuevo a las Termas. Hoy se agradece más que ayer. Seguro que la sensación de trabajo bien hecho, también ayuda.

Ourense: volveremos.

No hace falta que diga lo contenta que estoy. Sé que no me puedo fiar, que tengo que hacer mucho trabajo en el gimnasio (con lo poco que me gusta) y que tengo que entrenar muchiiiisimo y hacer muchos, muchos, muchos kilómetros para estar en el punto que me gusta, pero esto es un pasito y no puedo evitar sentirme bien. Bueno, de cabeza, porque el cuerpo lo tengo destrozado. ¡¡Pero me gusta!!



2 comentarios:

Anónimo dijo...

ole

Roberto dijo...

Gracias por la visitilla!!! se agradece un montón; aquí os espero para cuando queráis..