jueves, 4 de octubre de 2012
Un miercoles cualquiera
Como dice la canción de Despistaos, un miércoles cualquiera, aprovechando los presuntos útlimos días veraniegos de este año, salimos a las 18.00 de El Cabaco con destino La Peña de Francia. Objetivo: subir sin dejar de trotar en ningún momento, por muy lento que la pendiente me obligara a ir.
Una hora y 27 minutos después el objetivo estaba cumplido.
Me sentí fenomenal, porque las otras dos veces que lo había intenado no había sido capaz de completar el recorrido trotando, así que: una espinita menos.
Aunque el monasterio estaba vacío, y no nos entretuvimos mucho, la noche se nos echó encima y llegamos al coche de noche cerrada. Bueno, una aventurilla más, porque además no nos acordamos de meter el frontal..
¿Será esto el comienzo de una nueva buena temporada?
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