lunes, 20 de febrero de 2012

CARNAVAL

Carnaval no es una fecha para quedarse en casa. Lo hice una vez y no vuelvo.
El sábado pasado fue el primer día de esquí de pista de la temporada: en parte porque la nieve caída no era merecedora de meterte en una estación, y en parte porque había intentado aprovechar a practicar la travesía.
El caso es que el día estuvo inmejorable, la nieve recién caída y yo...pues poco a poco mejorando.
Disfruté muchisimo, a pesar de que tuvimos que hacer bastante cola para sacar el forfait, y temí perder tanto tiempo como para que el día se me hiciera corto.
No fue así, de hecho, acabé muy cansada.



Para recuperar, cenamos un chuletón de buey a la piedra en un sitio perfecto: La praillona en Boñar, y después de unas copitas, a descansar.


El domingo, amaneció nevando y con bastante niebla, pero como la idea era hacer travesía, tampoco fue tan grave. Lo malo es que la ruta que habíamos pensado, que era ir esquiando hasta la estación cercana de Fuentes de Invierno, sin visibilidad, se iba a hacer mucho más complicada, y corríamos el riesgo de perdernos y aparecer Dios sabe dónde... Así que nos quedamos por las pistas de la estación como niños buenos.



Como este tipo de esquí es una reventada de la leche, yo me retiré pronto, y esperé a que Andrés se desquitara haciendo alguna subidita más a su ritmo.

Después, vuelta a Salamanca.

He disfrutado muchisimo en la pista, me gusta ver que mejoro y que, por fin, voy cogiendo confianza.
Me gusta también regresar a sitios que han significado algo para mi y que tienen su historia.
Estoy contenta porque le he quitado a San Isidro la manía que le había cogido la última vez que fui.
De momento, no han acabado los Carnavales, y seguiré aprovechando el tiempo y este último paquete de nieve como pueda.

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