Este pasado domingo se produjo el milagro.
Momentos previos |
Los fantasmas del pasado amenazaban con fastidiarme la carrera. Pensé que la cabeza me iba a traicionar y que iba a sufrir tanto o más que en las anteriores. Nada de eso: pese a que no me cuidé en absoluto el día antes, que estuvimos de sidras y cañas casi todo el día, me presenté animada en la línea de salida. Pensaba no esforzarme demasiado, y, sobre todo, no obsesionarme con el crono.
El caso es que en la salida me coloqué detrás de la liebre de 1:40, aunque convencida de que la vería alejarse irremediablemente nada más que empezara la carrera.
Buen humor a la salida |
El caso es que los primeros km pasaron rápidos. No tuve la sensación de ir forzando en ningún momento. Veía a una mujer por delante de mí, e iba concentrada en que no se alejara demasiado, pero estaba segura de que no iba a apretar los dientes por alcanzarla.
En el km 8 me pasó un grupo de corredores de la Universidad de León, entre ellos una chica. Me hubiera gustado seguirles, pero...seguí con mi estrategia de reservar fuerzas.
La gente que iba a mi alrededor iba comentando los ritmos de carreras, las sensaciones....preferí no atender y seguir a lo mío.
Cuando me quise dar cuenta estabamos en el km 11 y volvíamos a pasar por la línea de salida. Allí estaba la otra parte de la excursión animando. ¡¡Gracias chicos!!
Comencé la segunda vuelta al recorrido tan agusto, o más que la primera. Los km seguían pasando rápidamente. En torno al km 14 de repente vi justo delante de mí un chico con lo que parecía un dorsal un poco raro en la espalda: ¿dosal 140? nooo!! era la liebre de 1:40. Por una parte me alegré, porque eso quería decir que iba mucho mejor de lo que esperaba, pero por otra me dio rabia, porque sabía que a partir de ese momento, irremediablemente, iba a ir condicionada por la presencia de la liebre.
Suavemente lo sobrepasé, y seguí a mi ritmo. De vez en cuando miraba para atrás, y cuando lo ví a una cierta distancia, pensé que estaba fuera de peligro.
Sobre el km 15 me situé al lado de un corredor que iba más o menos a mi ritmo y empezamos a habar. Estaba claro que, si podía, no iba a dejarlo escapar.
Me dijo que con los tiempos que estabamos haciendo, entraríamos en meta en torno a 1:38. ¡Madre mía! ¡¡qué burrada!! No me lo podía creer.
En cuanto llegamos al km 18, me empecé a poner nerviosa. No mucho, pero lo suficiente para agobiarme un poco.
Pero lo peor fue cuando, en el km 19, cuando ya pensaba que estaba todo hecho y que sólo había que aguantar el ritmo, vi cómo nos pasaba a mi compañero y a mí la liebre de 1:40.
Uf!! a punto estuve de desistir, pero con ayuda de mi compi, eché el resto y seguí resoplando y con la respiración muy agitada, sufriendo como otras veces, pero, ahora sí, aprentando los dientes. El objetivo era que no se me escapara, al menos visualmente. Llegué al km 21, y gracias la ayuda moral de la gran María Perrino, que hizo conmigo los últimos 97 metros, ¡¡¡¡CRUCÉ LA META!!!! por delante de la liebre.
En estos últimos metros aún por detrás de la liebre y con mi compañero dando el resto |
Tiempo oficial: 1:39:16
Un triunfazo.
El equipo:
¡¡Menudo ritmo!! |
Una sonrisa, por favor |
Vamos bien |
Andrés: 1:26:20 h El entrenamiento está sobrevalorado |
Perri: 1:31:32 Corremos más de lo que creemos |
Y ahora me he enterado de que si me hubiera quedado a la entrega de trofeos, habría conseguido uno, porque quedé la 3ª de la categoría. ¡¡Cachis!!
4 comentarios:
Definitivamente vamos a tener que compartir las noticias para no trabajar el doble. O bien dejar de coincidir en quedadas... mejor lo primero no?!
La próxima vez hay que ir a preguntar la lista de clasificados.
Enhorabuena de nuevo!!1...Joer, cada vez que me meto a ver tu blog tienes un hito nuevo que contar...por cierto joer con el primo (siempre tuvo pinta de liebre...jejeje)
Nos vemos!!!
Me pienso hacer una camiseta con tu foto y tu tiempo en la media y me voy a pasear con ella por toda Salamanca, CAMPEONA!
ENHORABUENA! Sigo siendo tu admiradora nº 1
Tía, la paga!!!!!
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