El viernes, según lo previsto, llegué a Ávila, me puse las zapatillas, y salí a correr un ratito (50 '), luego ducha y cañas por la ciudad: todo en orden.
El sábado, con una importante bajada de las temperaturas, nos levantamos pronto y sonó un sms: "el bicho quiere salir de la madriguera. Empieza la fiesta" lo cual significaba que no podía irme demasiado lejos ni quedarme sin cobertura.
Dimos un paseo de 4 o 5 horas por "la serrota" (también todo según lo previsto), sin lograr hacer cumbre por la niebla y la lluvia que a media mañana se había apoderado ya de la montaña.
Como "el bicho" seguía sin salir de la madriguera, comimos e hicimos unas compras por Ávila, ya decidiendo que hasta el domingo no iríamos a Madrid a verlo.
Cenamos en un asiático un menú japonés que, al día siguiente durante la carrera de Andrés, peleó por salir urgentemente...y lo consiguió...
Total, que pronto a la cama, para estar descansados. Tan, tan descansados estábamos el domingo que no nos dimos cuenta de que adelantaban la hora, por lo que nos tocó correr como nunca para llegar a Cebreros diez minutos después de que empezara la carrera: risas mil por el camino, y luego, Andrés, a remar contra viento, marea, y (sobre todo) menús japoneses para lograr llegar en la posición 99, con un tiempo de 2.15.
Viaje a Madrid, atasco, obras, pérdidas (quizás no hacía falta que especificara, puesto que son vocablos que vienen asociados a la palabra Madrid, no?) y finalmente: SOBRINITO. ¡¡¡¡Más mono!!!!
Según mi madre, y orgullosa abuela paterna: "todos los niños nacen feos y arrugados, pero este no" oye, qué casualidad....
Lo sé, lo sé, tengo que poner fotos.
3 comentarios:
oye, nos tienes q contar mas detalladamente ese finde lúdico-gastronómico en avila,q la cosa promete....
Guiller
nuevas fotos en el blog de Victorín !
http://victorgonzalezlozano.blogspot.com/
Quiero la paga.
Víctor.
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